TPACK
TPACK
El núcleo del TPACK está formado por tres formas de conocimiento primario. Tecnología (TK), Pedagogía (PK) y Contenido (CK). Estas tres formas de conocimiento, o mejor, estos tres conocimientos sectoriales, se interrelacionan dando lugar a conocimientos específicos tal como explico a continuación siguiendo la propia guía que se da en la web del TPACK.
"Una integración efectiva de la tecnología con la pedagogía, en torno a una materia específica, requiere el desarrollo de cierta sensibilidad hacia la relación dinámica, transaccional, entre estos componentes de los conocimientos situados en contextos específicos. Los maestros individuales, el curso, los factores específicos de la escuela, la demografía, la cultura y otros factores garantizan que cada situación es única, y hay una única combinación de contenidos, tecnología y pedagogía que aplicará cada maestro, en cada curso, de acuerdo con su visión de la enseñanza".
Una traducción del modelo con la adición de elementos contextuales y del proceso muy interesantes es la realizada por theflippedclassroom y que reproduzco a continuación.
Los tres elementos primarios y sus intersecciones dos a dos, más la intersección de los tres elementos dan lugar a siete dimensiones que brevemente señalo adaptando la descripción de Koehler y Mishra, (2009), no sin antes añadir que la situación ideal, tendencia, sería que los tres anillos se solapasen totalmente, algo que, como se comprende, no ocurrirá fácilmente.
1. El Conocimiento de los Contenidos (CK) - Es el conocimiento de los profesores sobre la materia que hay que aprender o enseñar. El contenido que se aborda en Ciencias en Secundaria o la Historia es diferente del contenido que se aborda en un curso de Universidad, o en el Arte o un seminario de postgrado en Astrofísica ... Como señaló Shulman (1986), este conocimiento podría incluir el conocimiento de los conceptos, teorías, ideas, marcos de organización, el conocimiento de evidencias y pruebas, así como las prácticas establecidas y enfoques hacia el desarrollo de tal conocimiento. Es el QUÉ se enseña.
2. El Conocimiento Pedagógico (PK) - Es el conocimiento profundo de los profesores sobre los procesos y las prácticas o métodos de enseñanza y aprendizaje. Abarca, entre otras cosas, los fines educativos en general, valores y objetivos. Esta forma genérica de conocimiento se aplica a la comprensión de cómo aprenden los estudiantes, habilidades de manejo de la clase en general, la planificación de clases y la evaluación de los alumnos. Es el CÓMO se enseña.
3. El Conocimiento Tecnológico (TK) - Es el conocimiento sobre ciertos modos de pensar y trabajar con la tecnología, las herramientas y los recursos. Trabajar con la tecnología se puede aplicar a todas las herramientas y recursos tecnológicos. Esto incluye entender la tecnología de la información de forma lo suficientemente amplia como para aplicarla de manera productiva en el trabajo y en la vida cotidiana, ser capaz de reconocer cuándo la tecnología de la información puede ayudar u obstaculizar el logro de un objetivo, y ser capaz de adaptarse continuamente a los cambios de la misma.
educación en el siglo XXI
Aunque muchos de los avances tecnológicos actuales hayan replanteado la forma de enseñanza en el mundo, la importancia de la educación sigue siendo innegable de cara a la formación de los ciudadanos en el siglo XXI.
Una buena parte de los profesionales de este sector reclama desde hace años un cambio en los sistemas de enseñanza en todos los niveles, sobre todo si tenemos en cuenta que muchos de ellos son herederos de modelos basados en la autoridad y se diseñaron en contextos como la Revolución Industrial, cuando lo importante no era la calidad del aprendizaje sino la cantidad y la cuantificación de los resultados.
Hoy, por fortuna, sabemos que esto ya no es así. La educación reclama un giro rotundo de sus métodos y herramientas, pues los alumnos habitan un mundo más dinámico, ágil y con múltiples posibilidades de proyección
Siglo XXI: la importancia de la educación en el mundo 2.0
En el siglo XXI, la educación seguirá transformando vidas y generando cambios en todas las áreas. La tecnología no reemplazará la labor educativa como tal; simplemente, la hará más eficaz ante las necesidades de los ciudadanos del siglo XXI.
De hecho, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de su organismo para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), ha diseñado la Agenda de Educación Mundial, que pretende implementar hasta el año 2030, y en la cual se abordan temas como el acceso a la educación, la cobertura, las herramientas y su calidad en el mundo.
La importancia de la educación será todavía más significativa en regiones y países marcados por la desigualdad, la pobreza, la ausencia de derechos fundamentales, la falta de justicia y la exclusión social, entre otros factores.
Es más, ya lo estamos viendo: en los campos de refugiados y centros de acogida ubicados en sitios donde se han registrado crisis humanitarias, la educación de niños, adolescentes y jóvenes se ha convertido en el mejor recurso para superar esta situación y dotar a los afectados de nuevas alternativas de supervivencia.
¿Cómo debe ser la educación del siglo XXI?
Nadie cuenta con una receta definitiva ni con una fórmula mágica. Cada lugar tiene necesidades educativas que deben ser cubiertas de manera específica. No obstante, sí pueden señalarse algunos rasgos que debería tener la educación del siglo XXI para que se convierta en un motor de desarrollo:
- Debe ser flexible y lo más alejada posible de modelos rígidos, pues el mundo cambia constantemente y es preciso que los niños y los jóvenes se adapten a nuevos contextos y circunstancias. Nada es definitivo.
- Es necesario que promueva valores sociales como la igualdad, la justicia, la cooperación y la ayuda humanitaria, pues de esta forma se anima a los ciudadanos del mañana a ser motores de cambios estructurales y a tomar conciencia de las necesidades reales de su entorno.
- Debe insistir en el modelo de desarrollo sostenible como una meta a la que todos debemos contribuir. Los actos de las personas que en algunas décadas guíen los destinos del mundo no pueden obviar la sostenibilidad de la Tierra ni el cuidado de los recursos naturales
- En último término, la importancia de la educación en el siglo XXI radicará en su capacidad para transmitir valores que nos ayuden a construir una sociedad más justa, igualitaria, dinámica y diversa, acudiendo a los diversos recursos tecnológicos que nos proporciona el mismo contexto.
Comentarios
Publicar un comentario